—Sheng Xiao pensó que estaba equivocado.
Se concentró de nuevo y miró otra vez, pero se dio cuenta de que el lado derecho del rostro de Yu Huang había cambiado completamente. Ya no había ninguna cicatriz abultada de quemadura, ni quedaba ninguna cicatriz carbonizada dejada por la tribulación del rayo.
Ahí estaba, plano y suave con piel extremadamente rosada.
¡El rostro sin igual que una vez asombró al entero Imperio Luna Divina había regresado!
—Sheng Xiao miraba el rostro de Yu Huang atónito.
Para ser honesto, estaba acostumbrado a verla con una máscara y había aceptado hace tiempo su aspecto feo. Sheng Xiao no estaba acostumbrado a ver de repente su bello rostro.
La máscara ya estaba medio destruida por la tribulación del rayo y no podía usarse más. Sheng Xiao lo pensó y rápidamente encontró una bufanda en el dispositivo de almacenamiento. Cubrió el rostro de Yu Huang y hasta sus ojos.