Gu Qiaoqiao soltó una carcajada fría para sus adentros.
¡Pensamientos ilusorios!
No podía molestarse en hablar con Gu Jiansheng, cuyos ojos brillaban con tanta anticipación ante ella. En vez de eso, desvió su mirada clara levemente y sonrió:
—Ya que él no está, entonces olvidémoslo.
Sin dudar, se dio la vuelta y se alejó.
Gu Jiansheng se desesperó.
No había esperado encontrarse con la chica que había monopolizado su mente desde ayer en su propia tienda.
A pesar de que sabía que el apuesto hombre a su lado podría ser su marido o su novio, no podía ocultar el revuelo en su corazón.
Sabía que había cuatro palabras para describir lo que estaba sintiendo.
Fue amor a primera vista.
Sí, así es. Hasta a él mismo le parecía risible.
Pero, ¿qué podía hacer? Sucedió tan inesperadamente.
Había pensado quizás nunca volvería a verla en su vida, y que el recuerdo se desvanecería con el tiempo. ¿Quién habría pensado que después de solo un día, se encontrarían de nuevo?