—Tú... —Gu Qiaoqiao miró fijamente a Gu Qingfeng, queriendo decir, no he comido ni un grano de tu arroz, ni bebido una gota de tu agua, ¿qué derecho tienes de disciplinarme?
Sin embargo, dado que el Anciano Gu estaba bien entrado en sus ochenta, con gran dificultad, lo había traído de vuelta del borde de la muerte una y otra vez, y no quería alterarlo más.
Simplemente apretó los labios rojos en ira sin hablar.
—¿Qué quieres decir con 'tú'? —Gu Qingfeng, al ver la expresión ahogada de Gu Qiaoqiao, se rió interiormente pero aún mantenía una cara seria—. Primero ve a Ciudad Fronteriza, luego a Pueblo de Piedra. He oído que mi otra bisnieta no solo tiene buen rendimiento en sus estudios sino que también es sensata y bien comportada, y hay un bisnieto que no le gusta estudiar, justo como tú...
—¿Qué quieres decir con 'justo como yo'? —La cara de Gu Qiaoqiao se enrojeció de ira.