Esta avanzada pistola resortera no hizo sonido al disparar.
Así, la muñeca del hombre fue atravesada al instante, lanzando un aullido de agonía antes de desplomarse en el suelo.
Los demás no entendieron lo que había sucedido y pensaron que había sido golpeado por el guardaespaldas.
Tales acciones solo alimentaron aún más su ira.
Era como si sus ojos se volvieran rojos de locura.
Cargaron contra Gu Qiaoqiao y el grupo, sin siquiera permitir que Tío Gu y Zhang Yi tuvieran la oportunidad de hablar.
Parecía que no golpearlos hasta la muerte no calmaría el resentimiento que ardía en sus pechos.
La escena se había vuelto tan caótica que estaba fuera de control.
Y justo en ese momento crítico, un disparo resonó desde afuera, seguido por una voz masculina severa y penetrante.
—¡Deténganse!
El sonido del disparo hizo que todos en la habitación se congelaran por un momento.
En ese instante de quietud, un grupo de jóvenes irrumpió desde afuera.