Expulsión de la Familia Fu

En la sala de estar de la familia Fu, nadie tenía apetito para cenar. El Abuelo Fu se sentaba en el sofá, jadeando por aire. Su condición cardíaca empeoraba, y Fu Mingxu le llevó la medicación, administrándosela al Abuelo Fu con un vaso de agua.

—Abuelo, una vez que mi hermano entienda tus intenciones, vendrá a la empresa a ayudar —dijo Fu Mingxu con respeto.

El Abuelo Fu consiguió una sonrisa tranquilizadora.

—Mingxu, si tu hermano fuera al menos la mitad de sensato que tú, no tendría que preocuparme tanto.

A pesar de las deficiencias de Zhou Shihui, el Abuelo Fu estaba bastante satisfecho con su descendencia.

—Mingxu, él llegará a comprender la importancia del apoyo de la familia Fu a través de sus pruebas —afirmó Fu Mingxu, evaluando con habilidad los pensamientos del Abuelo Fu.

En efecto, el Abuelo Fu sonrió.