En este momento, ella también se tomaría la licencia, evitándose más vergüenzas.
Sin embargo, Qin Churou se creía superior a Sheng. En cuanto a perder contra ella en la competencia de selección de Qinghui en Ciudad H la última vez, Qin estaba convencida de que era solo porque Sheng tenía un mejor profesor.
Qin Churou, llena de confianza, pensaba que con el Maestro Anciano Lu enseñándole a pintar, no había forma de que pudiera ser inferior a Sheng.
—Maestro Anciano Lu, mi talento para pintar es extraordinario, y soy diligente y trabajadora. Si me toma como su estudiante, estoy segura de que superaré a Sheng —declaró ella.
En su búsqueda para convertirse en discípula del Maestro Anciano Lu, Qin Churou no dudó en menospreciar a Qin Sheng.
Para ella, el Maestro Anciano Lu valoraba la confianza y un talento superior. Seguramente, él la elegiría como su estudiante basándose en sus palabras.