—Señor Chisme, alguna vez pensé que eras una persona decente, pero ahora te encuentras defendiendo al informante. No verificaste ni siquiera los hechos antes de difundirlos. He llegado a ver tu verdadero carácter; no eres muy diferente de esas cuentas de marketing en Weibo. Dejé de seguirte.
—¿Cómo puedo confiar en una palabra del Señor Chisme?
—¿Nos tomas por tontos?
—¿Recibiste dinero? Dices que es inventado; ¿dónde está tu evidencia? ¿Quién fue el que declaró con confianza que esto era verdad?
—No puedo sacudirme la sensación de que el informante es nada más y nada menos que Qin Churou.
—Arriba, también creo que es Qin Churou. De todos modos, he dejado de seguir al Señor Chisme.
Casi todos en la escuela seguían la cuenta de chismes del campus, y en una hora de haberse publicado esta entrada, más de doscientas personas habían dejado de seguir.
Muchos habían sospechado desde hace tiempo que quien filtraba a la cuenta de chismes del campus era Qin Churou.