Cocinar

Qin Sheng frunció sus delicadas cejas. El sirviente, después de preparar los ingredientes, permaneció cerca para guiarla.

—Señorita Qin, cocinar no es difícil. Eres tan inteligente, seguro aprenderás en seguida.

Aunque las palabras eran alentadoras, Qin Sheng no sentía confianza. En su vida pasada, había intentado aprender innumerables veces, pero cada intento había terminado en fracaso.

Murmuró suavemente, "¿En serio?"

El sirviente, incapaz de escucharla, notó que el agua en la olla casi se había evaporado e instruyó a Qin Sheng para que agregara aceite y luego los ingredientes.

Hasta ahora, todo iba bien sin muchos problemas.

El sirviente sonrió, "Señorita Qin, ¿ve? ¿No es esto simple?"

Qin Sheng permaneció en silencio.

Ella había aprendido estos pasos en su vida anterior, así que esta parte no presentaba ningún problema. El verdadero desafío estaba en lo que seguía...

Era el momento de añadir el condimento.

—Señorita Qin, añada una cucharada de sal —dijo el sirviente.