Al terminar sus palabras, Qin Sheng salió corriendo apresuradamente.
Fu Hanchuan se quedó atónito por un momento, sin esperar que Qin Sheng le dijera tal cosa. Cuando recuperó la compostura, una suave risa escapó de su garganta. Su mano tocó suavemente sus labios, y sus ojos brillaron de placer.
—En el pasado, bajo la sutil guía de Fu Hanchuan, sus interacciones ya eran como las de una pareja, aunque restringidas en sus acciones.
Ahora, su relación no había cambiado mucho desde antes, pero Qin Sheng podía sentir claramente que la atmósfera era diferente. Su corazón se agitaba con cada gesto afectuoso de Fu Hanchuan. Era una sensación extraña, pero Qin Sheng ya había confirmado sus sentimientos hacia él. Con su relación solidificada, ya no buscaba evitarla.