Sacrificio

Cuando Su Li escuchó la respuesta de Gu Zi, no podía creerlo.

—Mamá, Hermano y yo siempre pensamos que te enojarías si te llamábamos mamá, como cómo Hermana te llama.

Hace tiempo que querían llamarla «Mamá». También querían una madre.

Gu Zi le dio unas palmaditas en la espalda, sintiéndose secretamente conmovida.

Originalmente, solo quería ser un poco más amable con los niños porque realmente habían sufrido demasiado en el pasado.

Además, ahora eran una familia, y no quería que estos dos niños vivieran en oscuridad toda su vida.

Nunca esperó que los niños quisieran llamarla «Mamá».

—No me enojaré. Mami también está muy feliz de tener tu aprobación. Ahora, sé bueno, toma la medicina primero —dijo ella.

Gu Zi le tocó la frente; la temperatura todavía era muy alta. Aunque no era tan alta como al principio, aún necesitaba atención.