Tengo mucha suerte

—¿Por qué? —Gu Zi abrazó su pierna, su voz suave y curiosa.

—La generación de nuestros padres no tuvo la opción de ser ricos o pobres. No todas las épocas tuvieron la oportunidad de reforma y apertura, y no siempre vivimos en tiempos pacíficos y estables —explicó Su Shen, su alta estatura proyectando una sombra sobre ella mientras bloqueaba la luz del sol.

Su Shen entendía el valor de la paz mejor que la mayoría. Sabía que era un bien raro y precioso. Para que un país prospere y su gente sea feliz, un entorno pacífico es una necesidad.

Desafortunadamente, desde la caída de la Dinastía Qing, el destino del país había sido tumultuoso. Ahora, parecía que las cosas finalmente se estaban asentando. En la época de sus padres, dadas las circunstancias nacionales, la mayoría de las personas vivían en la pobreza y tenían pocas oportunidades de escapar de ella. No fue por falta de esfuerzo, sino por la necesidad de desarrollo del país.