Gu Zi era bastante indiferente a la traición de Mo Li. Mo Li era el tipo de persona que solo sucumbiría a sus propios intereses. Lin Miao no podía controlarla. Según la novela original, Lin Miao eventualmente caería en su propia trampa.
Además, el robo de los tres mil yuanes del dinero de compromiso por parte de Lin Miao no solo fue presenciado por Mo Li. Había más de una línea de evidencia, así que Gu Zi no estaba preocupada de que la verdad se ocultara por mucho tiempo.
Cuando Madre Lin y Li Hua recordaron que Mo Li ya había incumplido su promesa de testificar por ellas, se dieron cuenta de que tenían que esconderse.
Madre Lin expresó su preocupación:
—Me pregunto cuánto tiempo llevará esta investigación.
Gu Zi respondió:
—No te preocupes, la verdad saldrá a la luz.
De repente, vino una voz femenina familiar y alegre:
—Ah, Gu Zi, ¿qué haces aquí? Y esta debe ser Tía Lin. Hola, Tía Lin.