En su vida anterior, Gu Zi había pasado todo su tiempo estudiando y ganando dinero, llevando una vida carente de calidez y conexión humana. Siempre que tenía tiempo libre, simplemente descansaba en casa, nunca considerando siquiera ir al cine.
Un día, tuvo el impulso repentino de ver una película, solo para darse cuenta de que sus amigos habían seguido adelante con sus vidas. Algunos estaban casados, otros tenían hijos. Todos habían crecido y ya nadie estaba disponible para acompañarla al cine.
Esta realización desinfló el ánimo de Gu Zi. Pensó en ir sola, pero la idea de estar rodeada de parejas jóvenes, convirtiéndose en un tercer elemento no deseado, no era atractiva. Así que descartó la idea por completo.
Ahora, Su Shen la había invitado a ver una película. Gu Zi no pudo ocultar su alegría y aceptó con una brillante sonrisa.