Calidez

Después de mucha contemplación, Gu Zi llegó a una conclusión. Si el destino le había destinado a convertirse en hija de Madre Lin, entonces retribuir su bondad no era algo que pudiera rechazar. Además, Gu Zi era muy consciente de que Madre Lin no estaba tratando de dificultarle las cosas. La realidad era que Tía Yang era una amiga muy importante para Madre Lin. A la edad de Madre Lin, tener una amiga tan cercana no era una hazaña fácil. Finalmente, Gu Zi asintió con acuerdo, diciendo:

—Dile a Tía Yang que nuestra tienda abrirá el Día de Año Nuevo. Mientras tanto, puede aprender algo de etiqueta de servicio de mi cuñada. Si necesita urgentemente dinero, puede trabajar como limpiadora en la granja de cerdos. Actualmente están buscando limpiadoras temporales.