Esta tienda de bestias exóticas era grande, con jaulas en forma de cuadrado apiladas a la izquierda y a la derecha, que contenían mascotas pequeñas o medianas de diferentes formas y colores.
Aunque había muchos animales, no había olor en esta tienda, solo una fragancia medicinal peculiar.
Roland calculó que era esta fragancia medicinal la que cubría el olor corporal de esos animales exóticos.
Además, estas jaulas estaban muy limpias, así que presumiblemente, alguien las había estado cuidando de vez en cuando.
Cuando Roland entró en la tienda, descubrió muchas bestias exóticas extrañas.
Conejos con cuernos largos, lagartos con un penacho de plumas de fuego en la frente, pájaros de seis patas que parecían ornitorrincos, y más.
Vivian señaló la gran variedad de bestias exóticas en la tienda y dijo: "Vicepresidente, elija la que le guste, se la regalaré".
Los asistentes en la tienda ya habían reconocido a Vivian y esperaban casualmente a un lado sus órdenes.