—Era la primera vez que Roland había visto criaturas humanoides tan horribles —dijo el narrador—. Incluso sintió que sus ojos estaban quemados.
—Luego, decidió retroceder.
—Aunque era inapropiado discriminar a alguien por su apariencia —reflexionó Roland—, realmente eran demasiado feos para él.
—La otra razón era que parecía estar en su ruta de patrulla, y podría estallar un conflicto si él invadía su territorio.
—Por lo tanto, Roland intentó salir de su camino.
—Pero justo entonces, el múrloc patrullero de repente se detuvo y su líder olfateó y cargó contra Roland con su arma.
—Roland se sorprendió. No sabía que esas criaturas fueran tan agresivas.
—Sin embargo, al ver que sostenían lanzas y picas de madera, supo que debían ser inteligentes, por lo que pensó hablar con ellos.
—Apenas había lanzado Competencia Lingüística en sí mismo cuando los múrloc, que corrían con una postura hilarante, soltaron gritos.