Elección Inesperada

El palacete de Susie había sido tomado temporalmente.

Ahora era la sala de conferencias para los dos grandes personajes.

En la sala de estar, la larga mesa de cena negra había sido limpiada, y Roland y Ans estaban sentados cada uno en un extremo.

En medio de la mesa había una caja dorada oscura con complicados patrones plateados, llena de la exuberante belleza artística de los elfos.

—Está dentro —Ans asintió con la caja y dijo con una sonrisa—. ¿Estás seguro de que quieres tomar la sangre de la Madre? Deberías saber que tanto los Druidas Destructivos como los Corredores del Viento Arcanos son enemigos públicos para los elfos.

—¿Los elfos enviarán cazadores a matar a los Corredores del Viento Arcanos en el mundo humano? —preguntó Roland.

—No lo creo —respondió Ans.

—¿Hay muchos elfos en el mundo humano?

—No demasiados.

—¿Pueden los elfos identificar a los Corredores del Viento Arcanos al instante? —preguntó de nuevo Roland.