Vamos, Batalla de la Opinión Pública

Los Druidas dejaron el camino y entraron en el bosque. Se llenaron de una sensación de seguridad cuando sintieron el verde exuberante y escucharon el canto de los pájaros a su alrededor. Todos los Druidas cayeron al suelo. Apoyado contra un árbol, Espina Negra suspiró y se quitó la capucha, revelando un rostro que no era muy guapo pero sí varonil y curtido por el tiempo.

—Comentó, todavía asustado—. Esa mujer es casi legendaria.