Academia Donghai

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—Maestro —sonó una voz suave. Tang Lan abrió los ojos y se encontró con la visión de una dulce joven bajo la luz de la luna.

—Tang Wan, ¿por qué has vuelto? —preguntó Tang Lan.

—Quería volver para verte, Maestro —respondió Tang Wan suavemente—. Maestro, ¿quién está tocando el guqin? Suena como si intentaran transmitir un cierto sentimiento.

—Él ha vuelto. El que está tocando es su discípulo —respondió Tang Lan—. Nunca esperé que Ye Futian estuviera al nivel de Hua Fengliu siendo tan joven. Su música era capaz de arrancar a una persona de la realidad, sumergiéndolos en el estado de ánimo de la pieza.

—¿Él? —Tang Wan estaba confundida al principio, pero luego recordó a la persona que Tang Lan había guardado en su corazón todos estos años. Sus ojos brillaron—. ¿El Diablo Qin?