En el campo de entrenamiento, Ye Futian practicaba formas de puño. Parecía haber un ritmo fantástico en sus posturas. Actuaba sin restricciones, como un emperador.
El rugido del dragón, el gruñido del simio y el trueno se podían escuchar en sus puños, lo que lo hacía muy poderoso. Su cuerpo se movía con flexibilidad como un roc volando en el cielo. La fuerte presión no disuadió sus acciones.
Al terminar el ejercicio, levantó su largo bastón nuevamente y comenzó a practicar solo con su fuerza física. Se escucharon nuevamente explosiones horribles. No necesitaba reunir poder para los Nueve Ataques Celestiales. Solo necesitaba pura fuerza física para manejar el bastón y controlar el ritmo. Sin la acumulación de poder, cada movimiento era agotador para Ye Futian. Necesitaba más fuerza. Con el bastón extremadamente pesado en la mano, era muy difícil para él practicar, especialmente en el campo de entrenamiento.