Wang Yurou miró al grupo de Ye Futian. Wang Linfeng los trajo aquí para ayudar. Esta batalla significaba mucho para Wang Yurou. No solo se trataba de ella, también del interés de toda su familia. Tenía que ganar. Necesitaba ganar esta batalla. En la batalla de las cuatro fuerzas, cada ronda era muy significativa.
Ye Futian también miró a Wang Yurou. Ella parecía delicada, hermosa y con valentía. Tenía todas las buenas cualidades tanto de hombres como de mujeres. Era una mujer muy encantadora.
Ella lo miraba directamente, como si pudiera ver a través de él. Si el grupo de Ye Futian solo era gente ordinaria, no podrían ayudar y podrían incluso meterla en problemas.
—¿Quién luchará? —preguntó Wang Yurou al grupo de Ye Futian.
—¿Cuántos de nosotros quieres? —preguntó Ye Futian a su vez.