Bing Yi estaba atónita. ¿Fea? Como una de las tres Vírgenes del Mundo Mortal, nadie nunca la había descrito como fea. Ye Futian era insolente tanto en sus palabras como en sus acciones. Tal vez esta era la razón por la que le disgustaba.
Bing Yi no habló más. En la vasta arena, una aura extremadamente fría estalló y la frialdad seguía filtrándose en los huesos de Ye Futian. Temblaba incontrolablemente e incluso el flujo de su sangre parecía estar ralentizándose. En su mente, un poderoso ataque de Voluntad de Hielo lo asaltó. Ye Futian vio una cantidad interminable de escarcha blanca tratando de enterrarlo para siempre. Bing Yi era arrogante, pero como una de las tres Vírgenes del Mundo Mortal, sus poderes eran innegablemente fuertes.