Pez en el Anzuelo (5/6), Conociendo a los Padres de Lirio

En la entrada del Laberinto en Ciudad Frostar, siempre había dos personas de GAA vigilando. Cambiaban turnos con otras dos personas cada ocho horas para estar al acecho.

—No entiendo. ¿Por qué estamos buscando a algún chico desconocido? Ya es la noche del tercer día del segundo ciclo.

—¿Crees que murió adentro?

—Si no, solo le quedan cinco horas. Una vez que empiece el tercer ciclo y aumente el número de monstruos junto con sus estadísticas, se vuelve mucho más difícil sobrevivir adentro.

—Eh, la puerta está brillando. Alguien está saliendo.

Los dos hombres fijaron sus ojos en la puerta y pronto vieron a un joven de cabello negro y ojos dorados almendrados salir y estirar los brazos con un aire relajado.

—Se siente bien —sonrió Almendro mientras miraba alrededor. Todo era familiar, igual a cuando entró por primera vez en el Laberinto, pero... ¡él era completamente diferente!