Sentidos Desatados

—No creo que necesitemos entrar allí, ¿verdad? —Roken dejó su escudo en el suelo y apoyó su barbilla encima, observando a Almond destazar a los Lobos de Púas.

—Definitivamente se está divirtiendo, así que observemos —dijo Julián, con la mirada fija en Almond. Estaba analizando a Almond lo mejor que podía para aprender.

Como espadachín, era consciente de la importancia de las bases. Su fundamento de cortar adecuadamente con la espada se estableció después de haberla empuñado más de cien mil veces.

Pero Almond parecía estar mucho más allá de su nivel en sus ojos.

«Sé la fría verdad... que el talento existe», Julián cerró su puño. «Algunos simplemente progresan mucho más rápido en algunas cosas. Pero no creo que aquellos sin talento no puedan alcanzar su nivel.»

—Alcanzaré su nivel.

Algo se estaba encendiendo. Estaba al borde de iluminar un infierno. Pero si Julián sería capaz de encenderlo... solo el futuro lo diría.

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