Ω [ Omega del Horizonte ] Ω

En una oscuridad negra como el carbón que nunca terminaba, algo parecido a una puerta que parecía una Ω yacía como si fuera parte natural de la oscuridad absoluta.

Era como si esta puerta dorada absorbiera la oscuridad interminable.

Y dentro de esta dimensión misteriosa había pedazos de conciencias dispersas tratando de unirse y formar una conciencia completa.

—Esto... Euak...

—Noa... yo soy... espada...

—Flor... Lirio... Almendro...

—Yo... soy... ¿Almendro? Leche...

—Leche de Almendro... azúcar... tú...

—¿Madre?

La conciencia dispersa era efectivamente de Almendro, y esta dimensión no era otra cosa que el fenómeno aleatorio en el que su conciencia fue enviada al usar su primera Piedra de Perspicacia.

Habían pasado seis horas, pero la conciencia de Almendro aún no estaba unida.

Estaba en un estado donde su sentido de la existencia estaba parpadeando.

Y después de seis horas de lucha continua, finalmente logró unir algunas piezas cuando al menos encontró su nombre.