—Almond, e-eso… —Natalia casi se mordió la lengua al ver el enorme cañón.
—Lo entiendo —dijo Almond con calma—. Pero Neo no debería ser lo suficientemente estúpido como para lanzar un ataque así contra mí. Debería saber que puedo anularlo fácilmente.
—Sí, pero lo está haciendo —el hocico de Kexell estalló en llamas—. ¿Crees que ese bastardo astuto tiene un truco para superar tus agujeros de gusano?
Los ojos de Almond miraron con intensidad al cañón, su percepción espacial también capturaba todo lo que ocurría alrededor.
—¡Está sucediendo!
—Almond —el Almirante Rudra miró a Almond.
Almond no respondió y permaneció enfocado.
Normalmente, podía formar dos portales, uno contra el rayo entrante y otro para redirigirlo hacia el enemigo, pero Almond decidió escuchar sus instintos y movió su mano como si estuviera cortando.
Instantáneamente, una hoja de vacío titilante y completamente negra cortó el cañón, provocando una explosión justo en ese momento.
*¡Boom!*