—¿Eso no es todo? —preguntó Olivia con inquietud.
—Puedo contarte, pero tienes que prometer no dejar que afecte tu juicio. Teníamos 17 años en aquel entonces y la forma de hacer las cosas de Syl's... de Sylas es diferente a la de la mayoría —explicó Casarae con seriedad.
—Esto no es un drama de la secundaria, esto es de vida o muerte, ¿vale? No saques esto de estas cuatro paredes —advirtió con gravedad.
Los ojos de Olivia se agrandaron en lugar de responder.
—¿Tan malo? —Finalmente dijo, su tono suavizándose.
Casarae sonrió con amargura en respuesta.
—Cass, está bien. No necesitas contarme. No habría insistido tanto si hubiera sabido que— —comenzó Olivia, tratando de darle una salida.
—Está bien, fue hace mucho tiempo. Ya lo superé —aseguró Casarae con un tono que no convenció a Olivia.