Distorsionar

Entre los dos se desató una batalla, y con cada intercambio, Licirius se sorprendía una y otra vez.

—Para Sylas parecía no importarle el hecho de que se estaba enfrentando a acero duro con su carne y sangre —antes había notado que las Envolturas Despreciadas podrían aumentar un poco su Constitución, solo un 10%, pero tenía dos rarezas.

—Una, parece que podía mantener sus reglas sin importar el objetivo —incluso tesoros que deberían estar muy por encima de su Grado se quemaban hasta convertirse en ceniza en el momento en que Sylas los tocaba.

—Y dos...

—Parecían ser indestructibles —no importaba cuán fuerte Sylas golpeara, o cuán afilado fuera el objetivo, no había ni siquiera la más mínima muesca en ellas.

—Mientras Sylas pudiera soportar el dolor, y sus huesos pudieran resistir el impacto...