Aún quedaba un día y medio para su batalla con el General Aleen, pero Sylas aún eligió volver a la Ciudad del Sistema, aunque aparentemente no antes de encontrarse con Gregorio. Aun así, aunque el hombre le lanzó una mirada y los milicianos le miraron fijamente al unísono, Sylas solo les dirigió una rápida mirada antes de desvanecerse en la distancia.
…
Entrar en la Ciudad del Sistema fue tan fácil como siempre, y no pasó mucho tiempo antes de que Sylas encontrara dónde estaba la biblioteca. Al regresar, asintió.
—Como era de esperar...
La biblioteca era enorme. Tenía tres pisos sobre el suelo y seis más debajo. En la superficie, parecía una biblioteca normal, formada de ladrillos envejecidos y mortero, y transmitía una sensación académica. Pero el mero número de libros era simplemente aturdidor.