Muerte

Los ojos de Sylas se volvieron helados.

Muerte.

Era un aroma con el que se estaba familiarizando cada vez más. La primera vez que lo encontró en este mundo, verdaderamente, su mente casi colapsa. Fue el momento más patético de su vida, y era una marca que todavía estaba ferozmente estampada en su corazón. Solo pensar en ese momento lo llenaba de una ira incontable.

Sabía por qué había sentido ese miedo en aquel entonces. No había despertado a sí mismo, aún se veía a sí mismo como un terrícola normal, como un hombre que estaría dispuesto a volver a la vida normal si esta tontería de Invocación terminara en este mismo instante.

Pero ahora sabía que ese no era él. Si tuviera un botón justo frente a él ahora para restablecer todo como había sido una vez, sabía que no solo no lo presionaría, probablemente lo destruiría.

La adrenalina llenó sus extremidades y su cerebro giró.