¡¡SKKKKRREEEEEEEE!!

[Has entrado en una Mazmorra de Campo]

[Mata a la 'Reina Araña del Bosque' para escapar]

—SKKKKRREEEEEEEE!!

La gélida mirada de Sylas se clavó en la mandíbula de la enorme reina araña. El violento cambio en el sistema de raíces había permitido que la luz del sol se filtrara mientras grandes cantidades de arena caían desde arriba, dándole suficiente visibilidad para ver a la criatura frente a él.

Debía medir al menos 20 metros desde sus colmillos hasta su gran abdomen. Patrones de marrón, verde y violeta salpicaban su cuerpo, y cuando abrió la boca para rugir, gotas chisporroteantes y ácidas de veneno cayeron de sus colmillos.

Sin embargo, esto era lo menos preocupante para Sylas, irónicamente.

El primer problema era que una Mazmorra de Campo no era algo que se suponía inescapable.