El...

Sylas colgaba de los últimos vestigios de la red de raíces de los árboles, su mirada parpadeaba. No había nada más que una caída a la oscuridad debajo de él, pero su visualización tampoco estaba obstruida por el denso sistema de redes. Gracias a eso, podía ver unos 100 metros completos debajo. O, más bien, lo que en efecto eran 15 metros o algo así. Y eso fue suficiente para notar que había una ciudad abandonada debajo de él, tal como esperaba.