Capítulo 295: Aplanar la Secta Budista

El sol del amanecer danzaba sobre las montañas de la Secta Budista, con ríos serpentinos que las atravesaban, sus superficies brillando con un brillo dorado.

¡Clang!

La puerta se abrió de golpe y Shenxin salió, aparentemente sin cambios desde el día anterior; sin embargo, cuando levantó la mirada, era totalmente diferente, dotando su rostro de un vigor afilado e imparable.

Contemplando el orgulloso sol en el horizonte, Shenxin no pudo evitar estirarse perezosamente y murmurar para sí mismo: «Nunca me di cuenta de que el paisaje aquí era tan cautivador antes».

Una sonrisa floreció en su rostro, exudando un espíritu exuberante.

¡Boom!

El Firmamento lejano de repente se hizo añicos y un enorme agujero negro apareció de la nada, trayendo consigo vientos aterradores que barrían el mundo con una fuerza apocalíptica.