—La voz de Su Nan resonó, y Qian Yu se estremeció en un instante.
—Al mirar a Wang Nan en el disco de matriz, quedó petrificado como si hubiera visto un fantasma.
—¿No estaba muerto?
—¿De dónde sacó la llave de la morada en la cueva?
—Las preguntas brillaron en su mente, y Qian Yu dijo subconscientemente: "¿Cómo es esto posible, no estabas tú..."
—A mitad de frase, pareció darse cuenta de algo y dijo con súbita iluminación: "Entiendo, Zhang Yang no te mató. ¡Debiste haber usado algún medio de salvación para teletransportarte en el último momento!"
—La cara de Qian Yu se oscureció al máximo.
—¡Fracaso!
—Esta operación fue un completo y absoluto fracaso.
—No solo no lograron matar a Wang Nan, sino que tampoco lograron atraparlo en el espacio de la mansión cueva y en cambio, permitieron que encontrara el camino hacia ellos.
—Su Nan rió: "Eres bastante inteligente, pero desafortunadamente hiciste la elección equivocada. Hoy, pagarás el precio por tus elecciones".