—¿Por qué no ha aparecido aún ese cerdo?
Xixue miró a los Tres Reyes Demonios, su hermoso rostro tenso de preocupación. Como una Rey Demonio del clan demoníaco, ella no guardaba rencor contra los humanos, pero tampoco los ayudaría voluntariamente. Si no fuera por Su Nan, preferiría evitar interactuar con otros Reyes Demonios, y mucho menos prestarles una mano voluntariamente. Pero ahora, el Ejército Demoníaco se acercaba. Si Su Nan no aparecía, tendría que intervenir. Después de todo, su tarea era proteger este lugar, y si algo sucediera aquí, Su Nan nunca la dejaría ir.
—¿Es esta la llamada Montaña Song?
Los Tres Reyes Demonios flotaban en el vacío, lanzando su mirada hacia los picos imponentes delante de ellos, el asombro evidente en sus ojos. De repente, el Rey Demonio Bajo pareció descubrir algo, —¿Eh? ¿La fortuna celestial aquí parece ser más rica que en otros lugares?