Cuando Shiro, Elsine, Karslan, Leira y el grupo que había ido a cazar a la reina Mantis emprendieron el regreso al asentamiento, ya no les quedaba magia para ninguna grieta dimensional. El ambiente era festivo y los gritos de victoria se repetían a lo lejos, sin embargo ellos estaban serios, era su primera noche y ya habían tenido una batalla que les había llevado al borde del desastre. Leira no quiso decir nada sobre Ikky, solo esperaba que cuando llegasen a la fortaleza estuviera bien.
En los dos kilómetros que hicieron a pie, aún se enfrentaron a un grupo de Mantis que huían de la batalla, pero sin un líder, sin organización y sin voluntad de luchar tras semejante masacre, eran presa fácil para las armas de los Rankers.
El terreno alrededor de Newhope había sido terriblemente afectado y transformado, no era reconocible entre cráteres provocados por los conjuros y por el manto de cadáveres enemigos que se esparcía por el suelo allá donde se pusiera la vista.