—Alina, ¿crees que Kent aceptará una alianza con mi casa de subastas? —preguntó la Dama Lani, sentada bajo un árbol de flores en algún lugar de la residencia del Maestro de la Puerta.
Ella está con Alina, la mujer de Kent que actuaba solo para mantener su cubierta... por ahora.
—Lo hará, hermana mayor. Te dio el fruto de ambrosía, ¿no? Así que dudo que rechace tu oferta de convertirse en socios —respondió Alina, ya esperando cómo reaccionaría cuando Kent llegara.
—Entonces, ¿crees que también aceptará unirse a la expedición al Campo de Batalla Antiguo de Paso? Ha demostrado tener lo necesario para sobrevivir allí.
—Solo relájate, hermana mayor. Estoy aquí contigo, así que déjame hablar en caso de que no puedas manejarlo —dijo Alina con una sonrisa.
La apariencia y el comportamiento de la maestra de subastas no eran nada nuevo para ella.