Dentro de un gran castillo, o al menos eso parecía considerando su baño en innumerables formaciones, un ser con una expresión retorcida estaba sentado en postura de loto, con los ojos cerrados, como si meditara.
El aire a su alrededor apestaba a muerte, mostrando que había matado a su buena parte de personas, y debido a eso, ahora emanaba el aura de un asesino.
De repente, sus ojos se abrieron bruscamente y comenzaron a sangrar.
Su boca y nariz tampoco se salvaron. Esto le trajo un dolor intenso, que le hizo retorcer su expresión como si lo hubiera golpeado un camión.
—Kent Madson.
Rechinaron sus dientes mientras decía eso.
—Te mataré. —Su tono era apagado y frío, mostrando cuán determinado estaba.
Él era un Soberano de Nivel 8 y el líder de una de las organizaciones de asesinos más élites y peligrosas del continente humano.