Estamos Expandiéndonos

—¿Qué demonios ha pasado con este lugar mientras yo no estaba? —exclamó Kent, observando la gran extensión de la majestuosa ciudad que se alzaba ante él.

Había más edificios, jardines y todo lo demás, todo mejorado para lucir aún mejor. Solo mirarlo le hacía sonreír a Kent.

Sin embargo, una voz repentina habló detrás de él, haciéndolo fruncir el ceño y voltear.

—Hermoso, ¿verdad? —dijo Gaia con una sonrisa encantadora.

—¿Qué ha pasado con este lugar? —preguntó Kent, como si no supiera lo que había sucedido.

—Estamos expandiéndonos, Maestro —dijo Gaia, bailando con sus pequeños brazos.

—Aún no has respondido a mi pregunta —dijo Kent.

—Digamos que después de crear el anillo para la Diosa Vexthra, teníamos dinero extra, así que lo usé para expandir la ciudad —respondió Gaia con una sonrisa culpable.

—¿Cuánto exactamente es ese dinero extra del que estamos hablando? —preguntó Kent, pero Gaia solo sonrió, emitiendo un sonido que demostraba lo culpable que estaba.