—Mi Príncipe, vine a informarle que me iré ahora para comenzar con mi misión. Sé que es temprano, pero quiero hacerlo bien, así que solo puedo salir ahora.
Kent le dijo al Príncipe Ebert, que estaba sentado con una belleza en su regazo. Sin duda, no quería decirlo, pero el tipo lo estaba haciendo enojar aún más con esta exhibición.
—Muy bien. Te permitiré ir. Pero debes tomar esto. Te contactaré cuando llegue. —Le lanzó un token de comunicación a Kent, quien lo atrapó.
—También puedes contactarme a través de él si surge algo —Kent asintió y se fue rápidamente.
Sabía que si se quedaba allí unos minutos más, se lanzaría sobre el tipo y lo mataría.
Después de irse, fue a ver a sus dos amigos.