Una tarea imposible

Soleia apenas recordaba cómo había respondido a su padre antes de ser desterrada de la habitación, con las piernas temblando de ansiedad y la repentina caída de temperatura. No podía evitar recordar sus experiencias pasadas con su padre, y sus viejos recuerdos le provocaron náuseas crecientes.

Apresó sus manos en puños, instándose a calmarse. Soleia intentaba decirse a sí misma que ya no era esa niña asustada, pero era difícil recordarlo ante las altas expectativas de su padre.

El Rey Godwin era terriblemente aficionado a castigar a sus hijos por cualquier desliz percibido, obligándolos a soportar temperaturas congelantes causadas por sus poderes, y Soleia era una de sus víctimas favoritas ya que estaba completamente desprovista de poder.

Para empeorar las cosas, sus otras hermanas habían despertado sus poderes en respuesta al trato de su padre.