Robado

Rafael miró aturdido de vuelta a Soleia, su mente girando ante las implicaciones de las palabras de Soleia. Su mirada volvió a la cama.

—No las tuyas... —murmuró incrédulo. Rápidamente recordó lo que Soleia le había dicho, y luego lo comparó con el testimonio de Oliver sobre el evento.

—¿Quieres decirme... que tu intento anterior de cireomancia era en realidad de Florian? ¿Es eso posible? —preguntó.

Incluso mientras hacía esta pregunta, se dio cuenta de lo redundante que era. Soleia no era mentirosa. De alguna manera había hecho lo imposible, y la prueba estaba justo delante de él en forma de notas secas y ropa de cama.

Rafael humedeció sus labios, repentinamente nervioso. Sabía que Soleia podía amplificar habilidades mágicas, ¡pero almacenarlas era completamente inaudito!