Amistad. Parte. – 1.

Joan se encuentra unas cuadras antes de llegar al colegio a Estefania, se acerca a ella como todas las mañanas, la misma rutina, cuando la toca para que su atencion se diriga a él ella se asusta, intentó preguntarle, pero no quiso incomodarla y decidio borrar ese monento, luego del saludo comun la invita a que entren juntos al colegio, a lo cual ella accedio, mientras caminan y contaban mas pasos ella se incomodaba cada vez mas y mas, poco a poco se acercaba a él, como queriendo esconderse de algo, se encontraba timida, guiado por su caracter de indefensa decide preguntarle, ya que en su mente lo domino la curiosidad.

—¿Que pasa? Parece que estas nerviosa.

Ella suspira mientras frena sus pasos, acomoda las palabras en su cabeza como si fuera un rompecabezas para que él logre entender con el menor esfuerzo.

—E-Esque y-y-yo tengo miedo de entrar al colegio.

Una simple frase corta que describia su reacción, ahora tiene una guerra en su mente, si preguntarle o no, sin pensarlo mas antes que se arrepintiera, larga una lluvia de letras sobre ella.

—¡¿Por que?! ¿Alguien te hizo algo malo? ¿Alguien te acosa? Dime la verdad, yo voy a afrontar a cualquier persona que te moleste.

Ella larga una corta sonrisa y entre palabras le dice.

—No, nada de eso, es que tengo miedo de saludar a Karen, si lo hago mal y comienzan a odiarme, si tratan de hablar comigo y me quedo sin tema, si hablo mal, no quiero.

Él suspira mientras el aire se lleva consigo su preocupacion y se va calmando.

—No te preocupes por tanto, solo se tu misma y con eso bastara.

—Es tan facil decirlo.

—Yo aun no me alejo de ti y eso es porque te conozco lo suficiente para quedarme a tu lado.

Esas palabras hicieron que ella se sonroje y sienta verguenza, ella se pone la campera sobre su cabeza para esconderse y no logre descubrir la emoción que había florecido.

—No voy a entrar, me voy a escapar.

—Vas a entrar y yo voy a estar para ayudarte en lo que necesites.

Él la lleva a la fuerza mientras ella resonga hasta la entrada, ambos entran y ella trata de hacerse invisible bajo las sombras de la gente, mantenía su mirada hacia abajo, trataba de distraerse mirando el suelo, en un descuido un brazo la toca del hombro y la abrazan, ella se queda helada, un escalofrío recorrió su cuerpo en cuestión de segundos, toma aire mientras apaga su mente, se lleva una gran sorpresa al ver que eran Karen y Camila.

—Buenos dias.

Le dicen ambas mientras le dedican la mejor sonrisa, ella se queda en silencio mirándolas, su mente era un caos, trataba de callar todas las voces, calma su respiración y así sus emociones se van estabilizando, levanta su mirada y trata de mantenerla.

—B-B-B-Buenos d-días.

Ambas la agarran del brazo con mucha confianza.

—Te la robamos por un rato.

Le dice Camila mientras se mezcla entre los alumnos y desaperecen entre la gente.

En los proximos dias Estefanía pasa sus recreos y la hora de entrada con ellas, tratando de encajar, ponía en acción todo lo que Joan le había enseñado.

En la ultima hora Joan queda solo en el curso mirando por la ventana, en ese momento se acerca Nicol sin sentir su presencia.

—Que raro que estes solo.

Él despierta de su imaginacion.

—Supongo que ya sabes que estas siendo remplazado por ellas.

—¿Que? No, me gusta verla feliz.

—¿No te molesta que pase mas tiempo con ellas?.

—No, para nada, me siento bien que haya encontrado alguien mas con quien hablar.

—¿Crees que terminó tu trabajo?.

—No se. ¿Porque tantas preguntas?.

—¡Ohh! La vez que tengo la oportunidad de hablar contigo te enojas, odioso, simpre estas con Estefi.

—Si, tienes razón, perdon.

Con un gesto a mano la invita a sentarase y con solo su mirada expresa lo emocionado que estaba por seguir oyendo sus pensamientos.

Mientras Estefania se encuentra con Karen y Camila en el patio comiendo, hablando, en su mente rogaba a gritos ahogados que no se haga presente el silencio que para ella era comun, en este momento no lo queria cerca.

Ella solo escuchaba, sin aportar nada a la conversacion, solo sus gestos y mirada que igual sumaban para ellas, tal vez solo con su presencia bastaba, estaba comoda, tranquila, no pensaba en nada, solo remarcaba las palabras que escuchaba para recordarlas.

El sonido de la campana, que tanto han maldecido suena, resonando por encima de todas las conversaciones, llevandose consigo la alegria de muchos mientras va desapareciendo fugazmente, las tres se levantan y se van hacia adentro.

Las tres iban de camino a sus cursos, se abrian paso entre los alumnos que se dirigían en sentido contrario, en un momento Karen se frena en seco parando asi los pasos de sus dos compañeras.

—Tengo que ir al baño.

—Bueno, yo me voy por que tengo historia y es muy pesado. Nos vemos.

Saluda a ambas y se va acelerando sus pasos.

Karen toma de la mano a Estefania.

—¿Me acompañas?.

Ella con un gesto a cabeza suelta le responde.

Entran y Estefi queda en el lavado lavandose las manos, Karen sale y la imita, pero con una lijera velocidad que hace que ella igual se apure, ambas escuchan el ruido de la puerta abrirse y Karen se paraliza y mira por el reflejo hacia la entrada donde aparecen tres chicas que se acercan a los espejos cerca de ellas y comienzan a pitanrse.

—¿Como estas plana? Parece que dos fenomenos se juntaron.

Lo dice mientras se rie mirandose al espejo.

Karen queda en silencio con sus manos reposada en la porcelana del lavado mientras el agua de la canilla la riega.

—¿Acaso no te enseñaron a contestar?.

Ella sigue en silencio, con su mirada perdida en la transpariencia del agua.

—Esta bien, quédate callada, es mejor plana, algun día tendras algo para mostrar, yo que tú usaria cuatro pares de medias para almenos simular que no tienes nada, solo un consejo mi amor.

El grupo de chicas sale del baño mientras se rien a carcajadas, se van y dejan un silencio que apenas se llegaba a escuchar el agua que chocaba con las manos de Karen y desaparecian en la porcelana.

—¿Eschuchaste todo?.

Estefanía vuelve a la realidad al escuchar su voz, levanta la mirada sacarle esa inquietud que llego, pero no logra responder ya que la interrumpe.

—Claro, como no vas a escuchar si estabas detras mio. Perdon que hayas tenido que oir todo eso, espero que no me odies por esto.

Sale a la luz una sonrisa que no parecia ser forzada, ocultaba todo el dolor bajo ese brillo, o talvez ya no le importaba que dijieran los demas.

Estefania agarra la mano de ella y hace que toque su pecho.

—¿Q-Q-Que haces?!!

—¿Ves? Yo tampoco tengo mucho, soy igual a ti.

—E-E-Esta bien, entiendo tu punto, ¿Puedo sacar la mano ya?.

Ella se rie por la reaccion de Estefania y con una sonrisa le regala unas palabras que salían de forma automática.

—Eres muy comica y me ganas.

Ambas salen del baño y vuelven a su ls cursos.

A la salida, Karen y Estefania se quedan afuera esperando la hora de gimnasia e Italiano, ambas se encuentran calladas, prisioneras del silencio, estaban incomodas, tal vez por lo sucedido en el baño.

Karen estaba mirando el cielo perdida en su pensamientos, más bien, armando todo para poder desahogarse y ella logre comprender comprender sentimientos aunque sea un poco.

—¿Sabes? Siempre me molestan en el colegio, es comun, en mi anterior colegio era peor, solo me molestan por mi fisico, nunca me defiendo, nunca digo nada, soy algo timida, tambien debe ser por eso que me molestan tanto.

Suspira mientras quita su mirada del cielo.

—Yo no sabia que hacer, ni que decir, habia perdido mis ganas de ir al colegio, no queria afrontar mas esos problemas, queria desaparecer, dejar de existir, me hacia mucho daño escuchar lo que me decian, se que solo son palabras, pero para mi eran como puñaladas que me quitaban dias de mi vida, llegue a faltar hasta un mes de clases, habia dejado de comer, cuando habia perdido mi fe Camila me ayudó, enfrento a quienes me molestaron, no se bien que pasó porque no estaba ahi, solo estaba golpeada, desde ese dia no me volvieron a molestar.

Su mirada de tristeza con la que estaba cargando iba desapareciendo con la narración.

—Despues de un corto tiempo mi papa y mi tio decidieron abrir un negocio en el sur y tener mejor vida economicamente, crei que todo iba a cambiar, nueva escuela, nueva vida y una nueva yo, pero los problemas siguieron como ves, soy un iman para eso, nada cambió, pero me di cuenta de que nada sirve ponerse mal, solo le estaria dando gusto a esas personas, asi que me prometi mantener mi sonrisa siempre, aun que me cueste, para que Camila no se vuelva a lastimar por mi.

Ambas se quedan en silencio, Karen se quedaba mirando el suelo y con el correr de los segundos su mente la iba traicionando.

—Perdon que me haya descargado contigo, solo me sentí comoda y quise que supieras la verdad, estas en tu derecho si me dejas de hablar y decides igno...-

—¡TE ADMIRO!.

Estefanía gritaba mientras clavaba su mirada en ella.

—¿Eh?.

—Admiro como dejas tus problemas de lado y mantienes esa sonrisa apesar de todo, que no te importen los demas poniendote en segudo lugar, que no dejas de ser la misma, por eso te admiro, enserio.

—Gracias, se que tú estas pasando por lo mismo y me tienes en todo lo que necesites.

—Tambien tu, estoy para todo lo que necesites, no dudes.

En ese momento llega Camila aguando el momento tan lindo que se estaba creando, como culparla, no sabía lo que se estaba viviendo en ese momento.

—¿Que hacen chicas?

Ambas se dejan de mirar tratando de tapar las emociones que pedían a gritos salir, la tenian que ahogar en su corazón debido a su llegada, más que nada por la vergüenza de sentir que alguien más era testigo de aquella demostración de afecto.

Las tres pasan unos cortos minutos juntas hasta que el reloj corta su comididad y debieron irse a sus clases.

Alex M. Martínez.