Desliz. Parte. – 2.

Una vez curado y puesta la curita ella guarda sus cosas y vuelve a sentarse donde ya se sentía cómoda.

—Perdon.

Cada letra se iba quebrado poco a poco, iba perdiendo tonalidad, él sentia como su voz se hacia cada vez mas fragil hasta comenzar a llorar.

—¿Que estas diciendo? Te iban a pegar a ti no te...-

—¡SI LA TENGO! Todo es por esta maldita sensacion, quiero ser normal, quiero que me empujen y me pidan perdon, no tener que golpearlos, me odio, me repugdio, estoy cansada de mi y aun no entiendo como puedes seguir buscandome, soy como un monstruo, por mas que quiera no hacerlo no puedo evitarlo y es por esto que perdi a Camila y Karen, tengo miedo de que te pierda a ti tambien.

Las lágrimas brotaban a gran velocidad, se escondía detrás de sus manos para no revelar la emoción que la dominaba, aún que ya era más que evidente, él no soportaba verla en ese estado, era contagiado por su tristeza, así es como también florecía la impotencia de no poder hacer nada para que ella sonría todos los días, quería ahorrarle estas partes de la vida que es común.

—¡¿Que dices?! Yo todavia me quedo contigo por que te conozco, tal vez no te conocere bien, pero lo poco que conozco me encanta y me motiva a seguir quedandome a tu lado sin temblar, ya sabes que no me importa lo que me digan de ti y lo que digan de mi, sácate esa idea de que me vas a perder, y en cuanto a ellas, decidiran que querran hacer, si deciden irse que así sea, te vas a levantar, te vas a sacudir y a seguir caminando, que ahora no lo haces sola.

Ella se esconde en silencio entre sus piernas, las palabras que él le había dedicado lograron que su corazón volviera a la normalidad, ahora solo se la escuchaba sollozar.

Los minutos pasaban y ella seguia callada mirando a la nada, Joan traba de hacerla hablar, que olvide todo lo que habia pasado, pero era imposible, él comienza a sentir que la estaba incomodando, "Tal vez quiera estar sola" son unas de las tantas preguntas que se hacia mientras la observaba en silencio, la inquietud lo comienza a apretar cada vez mas y mas, viendo que ella se encontraba aun callada y que en ningun momento lo miró, su sentimiento se hizo estable y sintió que le molestaba que él estuviera ahí, toma sus cosas, se levanta y se va, pero ella le agarra de la remera para detenerlo.

—Puedés quedarte con la campera, mañana me la devuelves, no te preocupes.

Lo dice sin mirarla e intenta irse nuevamente, pero no puede lograr dar siquiera un paso ya que ella aun lo tenia agarrado de la remera, él se queda en silencio tratando de pensar porque es que lo hace y escucha una voz tibia y calida

—No te vayas, por favor.

Unas palabras que pesaban toneladas en él y automaticamente se vuelve a sentar a su lado bajo el silencio de ella a pensar en los minutos que pasaban, el sol cansado comienza a bajar y desapareser poco a poco regalandole a pocas fuerzas sus ultimos rayos de luz.

—¿Nos vamos?

Ella rompa el silencio con esta iracion en un tono frio y bajo, él asienta con la cabeza afirmando su pregunta, ambos se levantan y comienzan su camino hacia la entrada del colegio a pasos lentos.

—Esperame en la entrada.

Ella le grita mientras se aleja a grandes pasos, solo se queda viendo como toma distancia, él solo suspira y se va hacia la salida a esperarla, a lo largo de varios minutos llega, algo agitada.

—¿Estas bien?

Ella le responde haciendo una señal tipica con las manos, luego de recuperarse se enderesa y saca de su mochila un jugo en caja y se lo entrega agachachando su cabeza.

—G-Gracias por quedarte conmigo.

Él toma el jugo mientras una sonrisa se dibuja en su rostro.

—No fue nada.

Ella hace unos pasos hacia atras y le tira con una bolsa en el pecho.

—¡Me voy!.

Ella se va caminando mientras él la observa confundido, cuando desaparese de su vista abre la bolsa para saciar su curiosidad y ve que adentro habia curitas, gasas y yodo, sonrie y llena el silencio con su risa para aliviar esa carga de emoción que le provocó ese gesto

Camila y Karen terminan su clase de gimnasia y toman sus mochilas rapido y de ellas cae dos papeles que tenia escrito "Perdon", por la emocion de irse no prestaron atencion que se les habia caido, cegadas por el cansancio se van del colegio, mientras que ese papel quedaba recorriendo todo el patio empujado por el viento.

Los dias pasaban y Estefania pasaba mas tiempo con Joan mientras su cabeza pensaba que no le respondieron y que ese papel que les habia dejado talvez les molestó, así que ella trataba de esquivarlas como podia, ya que la culpa la dominaba, no quería ser una carga o una molestia para ellas, sentía que era mejor tomar esta distancia

Joan estaba cansado de verla esquivar su oportunidad y su meta, decide hablar con ella para saber lo que realmente pasaba por su cabeza.

Cuando las clases terminan el se la lleva detras del colegio.

—¿Por que haces esto?

—¿Que?

—¿Por que no hablas con ellas en vez de esquivarlas?

—Por que ellas no se merecen estar conmigo, me vieron de la peor forma posible y no quiero hacerles daño.

—Tu no tienes ese derecho, deja que ellas decidan que hacer con sus vidas, si se quieren quedar o no, tu no puedes decidir por ellas.

—¡No quiero hacerles daño!.

—Si no le preguntas nunca vas a saber si a ellas no le gusta estar contigo.

—No importa, no soportaria que ellas me llegaran a odiar.

—Pero si no lo int...-

—¡¡¡YA!!! No importa.

Él se queda en silencio.

—Bueno, no importa, cambiemos de tema, no quiero que te pongas mal.

Mientras en el otro lado del colegio se encontraba Cami y Karen almorzando.

—Tendriamos que hablar con Estefi, ella nos esta ignorando.

—Si nos ignora tendra sus razones para hacerlo.

—Pero nosotras somos sus ami...-

—¿Nosotras Ka? Tu lo seras, yo no quiera ser amiga de una fenomena como ella.

—¿Por que dices esas cosas? ¿Y tu meta que querias lograr? ¿Que vas hacer?

—¡No se! Me voy a clases, la comida me sabe mal por tu culpa.

Ambas se levantan y se van a sus cursos.

Joan se encuentra en el curso hablando con Estefania y se va durante el recreo hacia el baño, a Nicol le llega un mensaje y era de él que le pedia que viniera, ella se va del curso directo al baño, él sale de ahi y ella le entrega papel higienico.

—¿Y esto?.

—¿Para eso me llamaste, no?.

—¡No! Es para otra cosa.

La toma del brazo y salen al patio para poder hablar mejor.

—¿Que necesitas? ¿Por que tanto misterio?.

—Es que no se que hacer con Estefi.

—Sabia que iba a llegar este momento, solo dile lo que sientes

—Lo hice per...-

—¿Enserio? ¡¿CUANDO?! ¡¿COMO?! ¡¡¡¿QUE TE DIJO?!!! ¡¡¡¿AHORA VAN A SER NOVIOS?!!!

—¡¿Que?! ¿De que hablas?

—De tus sentimientos por ella y que le confesaste que te gustaba.

—¡¡¡¿Que?!!! No de eso no quiero hablar, es de otra cosa, eso nunca pasó, solo en tu cabeza idota.

—Ya me parecia raro que tu tuvieras la valentia para hacerlo.

—Bueno, no importa, quiero que me digas como hacer para que ella entienda que esta mal como piensa.

—¿Es sobre lo que me contaste la otra noche?

Él afirma con su cabeza y eso la lleva a pensar las posibilidades que tienen para hacerla entender, los segundos pasan hasta que ella tiene una idea.

—Forzala hablar con ellas.

—No voy a obligarla.

—Me refiero que hables con las otras chicas y les expliques lo que pasó y su problema, si ellas aceptan hablaran con ella, si no, ella va a tocar la realidad.

—No se si estaria bien meterme entre ellas.

—Entonces no se, esa es la unica idea que se me ocurre para una situacion asi, si ella no quiere abrir los ojos ayudala a abrirlos.

El timbre que indica el cierre de un receso, la señal para volver a sus cursos.

Durante el resto del dia él piensa y piensa como encarar a semejante situacion, como ayudarla, inventa palabras y situaciones para hablar con ellas, todo esto le llevó su dia, planificando y buscando la mejor opción para que volviera todo a lo que él creía normal.

Llegando la noche se encontraba en la misma situacion, apoyado en la ventana para que el aire lo ayude a pensar, a cada minuto miraba su celular y los mensajes que Estefi le manda.

"Que te pasaba hoy? Estabas muy distraido.

"¿Te sientes bien?"

"Si necesitas algo escríbeme"

Esos mensajes le daban mas fuerzas, como una chica como ella no podria cumplir su pequeño sueño de tener una amiga con la cual hablar, no tenía mucha lógica, solo era cuestión de conocerla y todo sería más fácil, se endulzada en su imaginación con recuerdos de ella, la forma de reír, los gestos al hablar y los momentos que lograron sacarle una sonrisa, todo esto se ve interrumpido con el sonar de su teléfono que le indicaba que había llegado un mensaje, al prestarle la suficiente atención logró leer que era de Nicol.

"¿Aun no te decidiste, no? Apenas lo hagas escríbeme".

Cada vez se sentía con mas seguridad para inclinarse a algun lado, saber si salir o entrar, entre tantas palabras y pensamientos creados solo para el momento, se decidió, luego de pensar tanto y estar inseguro, estar con medio cuerpo dentro, él estaba decidio que hacer, agarra su celular y le escribe a Nicol, luego de hacerlo lo deja en silencio en su mesada y apaga la luz para descansar.

"¡Decidido! Le voy a dar un empujón, mañana voy a hablar con ellas".

Alex M. Martínez.