—¡Eh, abuelo también piensa que tengo razón, verdad? —exclamó Chu Xin con alegría, absorbiendo el agua de la Piscina de la Espada Divina con aún mayor vigor.
—Tú... —Los labios del anciano Espíritu del Artefacto se movieron, como si estuviera a punto de decir algo, pero Chu Chen lo interrumpió.
—No te preocupes, abuelo, no podemos beber esta agua, ni usarla para lavar platos o limpiar la parrilla, es completamente inútil. No la queremos —dijo Chu Chen con una mirada de desdén.
—Yo... —El viejo Espíritu del Artefacto tembló, demasiado enojado para hablar.
—¿Cómo podían afirmar que esta Energía de Espada líquida era completamente inútil?
Muchos prodigios del Dao de la Espada, incluso maestros del Dao de la Espada, anhelaban usar el Estanque de la Espada para templar sus cuerpos y refinar su Intención de Espada. ¿Cómo habían reducido estos dos granujas a nada?