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—Saludos, Gobernador del Estado. —Al ver que Long Yufan aparecía personalmente y tomaba el relevo de la guardia del Comandante Adjunto, los guardias se apresuraron a saludarlo con respeto.
No bien lo habían saludado cuando vieron llegar a Lei Zhan y a sus tres compañeros y los saludaron apresuradamente de nuevo —Saludos a los cuatro ancianos.
Aunque Lei Zhan y los demás no eran de la Mansión del Estado, después de todo eran Emperadores Marciales, y las etiquetas necesarias no debían olvidarse.
—¿Han venido niños a la matriz de transmisión? —Long Yufan preguntó con voz grave.
—¡Hubo dos! —El guardia que había sido enviado por el Comandante Adjunto habló.
—¿Dónde están? ¿Por qué no fui informado? —Long Yufan preguntó con enojo.
El guardia, temblando de miedo, tartamudeó —Justo iba a informar al Gobernador del Estado cuando el Comandante Adjunto vino y me dijo que se los entregara. Pensé que él le informaría.