—Me pregunto cuánto tiempo podrás resistir —dijo Chu Feng fríamente con una sonrisa, sosteniendo la Lanza de Guerra con una mano para mantener la Columna de Luz Radiante Negra, mientras que con la otra hacía sellos de mano. Momentos después, el Dominio Divino de Espada y Sable tembló, mientras haces de Luz de la Espada y Qi de Espada se juntaban, formando largos dragones que envolvían la enorme Barrera del Dominio del Demonio de Sangre y giraban a gran velocidad, cortándola continuamente.
Al mismo tiempo, sus pensamientos se movilizaron, instando al poder del Dominio Divino de Espada y Sable para comprimir continuamente el Dominio del Demonio de Sangre.
Bajo este triple asalto, la Barrera del Dominio del Demonio de Sangre comenzó a vibrar violentamente.
Con cada vibración, una fuerza interminable se transmitía, afectando a los tres grandes Demonios de Sangre, haciendo que sus rostros se volvieran cada vez más pálidos.