—¿Quién está ahí? ¡Muéstrate!
El Enviado Demonio de Sangre gritó furioso, su expresión tensa, alerta internamente.
¡Zumbido!
Justo en ese momento, el vacío vibró, y un hombre salió, irradiando de su cuerpo una afilada Intención de Espada.
—¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? —el Enviado Demonio de Sangre exigió en voz profunda, con el ceño fruncido de confusión, esta persona le parecía algo familiar, pero no podía recordar dónde lo había visto antes.
—¿Tú violas mi residencia y aún preguntas quién soy? —el hombre se rió ligeramente, la Intención de Espada alrededor de él se volvió aún más feroz.
—¿Tu residencia, tú, tú, tú eres el Dios Guardián del Imperio? —el Enviado Demonio de Sangre preguntó, temblando de asombro.
El hombre asintió y dijo:
—Sí, así es.