Waylon Lewis salió, y la sensación opresiva en la habitación se disipó con su partida.
Alitzel Williams se acercó a Hope Williams, su mirada tan desdeñosa y condescendiente como siempre —una expresión demasiado familiar para Hope.
Sin decir una palabra, Hope parecía ajena a la mirada despectiva de Alitzel.
Alitzel habló fríamente:
—Esperanza, es hora de nuestra cena familiar, y tú, me temo, no estás invitada.
Hope respondió con una leve sonrisa, su mirada encontrándose con la de Alitzel sin ser servil ni dominante.
Alitzel se sorprendió —Hope parecía diferente de antes, su mirada y el aura a su alrededor transmitían un sentido de cambio.
Había desaparecido la anterior sumisión, reemplazada por un comportamiento frío y acciones confiadas.
Hope miró al Abuelo Lewis. Su condición no estallaría de nuevo a corto plazo, y la medicina que preparó duraría un tiempo. Necesitaba volver y trabajar a fondo en la siguiente fase de su tratamiento.