Las pestañas de Hope Williams temblaron ligeramente mientras levantaba la mirada, solo para ver a Waylon Lewis de pie junto a ella en algún momento, su poderosa aura envolviéndola.
Los labios secos de Hope temblaron, y con voz ahogada, dijo:
—Waylon, déjame ver a Abuelo, por favor.
Se cuestionó a sí misma; su partida en el pasado no había perjudicado a nadie, excepto a su anciano ser.
—Waylon, ¿todavía vas a proteger a esta mujer?
—Sí —respondió Waylon fríamente.
No solo el corazón de Alitzel Williams se estremeció, sino también el de Hope y Joy Ward, sin excepción.
—Ah...
De repente, Hope sintió una sensación de ingravidez y antes de darse cuenta, el hombre la había levantado sobre sus hombros con facilidad, sus anchos hombros haciendo ligero el trabajo.
—Waylon, ¿qué estás haciendo? Bájame; quiero ver a Abuelo, Waylon, ¡déjame verlo! Yo puedo salvar a Abuelo, solo yo puedo, solo yo. Debo expiar, Waylon.
—Cállate —reprendió Waylon fríamente.